SENTIMIENTOS Y CODEPENDENCIA
Los sentimientos se encuentran íntimamente ligados con el cerebro ya que este es el que hace que una persona pueda definirlos, cuando se tiene un sentimiento el cerebro segrega ciertas sustancias las cuales pueden hacer sentir bienestar, tristeza, ira, etc.
En otras palabras se puede definir a los sentimientos como el estado de ánimo, el cual hace que una persona fluya. El Dr. David R. Hawkins, en su libro DEJAR IR, nos dice que hay tres maneras principales de gestionar los sentimientos, supresión, expresión y escape.
La Supresión. En el inconsciente podemos elegir que sentimientos queremos evitar, ya sea por la culpa que nos causa, pero tarde o temprano se vuelven contra nosotros en forma de ira, dolor de espalda, tensión y diversos trastornos físicos. La Expresión, este mecanismo permite sacar la suficiente presión interna para manifestarse cuando este se encuentra equilibrado con la supresión se mantiene al margen de la consciencia. Escape. Es la evitación de los sentimientos a través de la diversión. Nos evita tomar consciencia de nuestro interior, es un mecanismo tolerado socialmente, ya que este puede llevarnos desarrollar adicciones y nuestra dependencia a ellas.
Estos mecanismos de defensa nos pueden llevar a tener relaciones conflictivas puesto que nos hacemos adictos a los efectos que nos causan este tipo de dependencias ya sean físicas alguna sustancia o bien a las relaciones conflictivas que se puedan tener.
Hablemos entonces de que es la codependencia o la dependencia.
La dependencia emocional es un patrón o círculo vicioso el cual se repite constantemente sobre todo en las familias disfuncionales. La persona codependiente vive como en una especie de limbo, el cuál no le permite ver de forma cierta la realidad es como ver a través de un velo. Hay una metáfora que nos habla del síndrome de la rana: ¿Has oído hablar de la mujer que beso a una rana? Ella esperaba que la rana se convirtiera en un príncipe, pero la verdad es que ella se convirtió en rana. En esta metáfora nos damos cuenta que si una persona dependiente no se hace consciente de sus propias necesidades y de sus sentimientos seguirá rescatando ranas o besándolas pero no va a poder con ellas hasta que ceda y caiga en la enfermedad convirtiéndose en un enfermo emocional.
Se debe ser muy valiente para salir de este círculo vicioso.
Pedir ayuda no está por demás, existen grupos de autoayuda y profesionales dedicados al apoyo de personas con codependencia, anímate y sal del estanque, afuera esta la vida realmente, quizá no se encuentre al príncipe o la princesa, pero te encontraras a ti mismo que es más importante.
