LOS CELOS: UNA NUEVA MIRADA A UN VIEJO PROBLEMA

En nuestros días y en nuestra cultura, los celos son una emoción despreciable y despreciada. La persona que es etiquetada como “celosa” es descalificada.

Los celos están relacionados con dolor, enojo, ira, miedo, agresión, violencia , invasiones interpersonales , inseguridad, traición, desconfianza, conflictos de pareja, odio, ambición, deslealtad, injusticia, orgullo, posesividad, territorialidad y exclusividad.

Los celos son las emociones, pensamientos y acciones que afloran cuando se cree que una relación significativa está siendo amenazada por un o una rival. Es la incomodidad que se siente cuando se percibe la amenaza de perder una posesión.

La intensidad de los celos es el termómetro del apego a esa persona. Mientras más severos son los celos, más grande es la incomodidad

Para sentirse celosa, la persona debe tener una expectativa de una lealtad exclusiva sobre la otra persona .

Así, expresado de manera llana, los celos han existido y seguirán existiendo, se acepten de forma abierta o se nieguen e ignoren y se sufran en secreto. Todos hemos sentido celos a lo largo de nuestra vida, de una forma subjetiva, es decir la vivencia es definitivamente individual, y al mismo tiempo universal.

La definición de celos es: sentimiento penoso experimentado por la persona al ver que otra cuyo cariño o amor desearía para si sola lo comparte con una tercera. Existen otros acercamientos más sobre los celos, mencionando que aparecen cuando existe la creencia de que la persona puede amar a un tercero, y no tanto porque haya dejado de amar al celoso(a).

Los celos se expresan más en relaciones en las que ha habido inversión de tiempo, entrega emocional, sexual o incluso económica.