ACEPTACIÓN

Cuando la situación es buena, disfrútala!

Cuando la situación es mala transfórmala,

Cuándo la situación no puede ser transformada,

Transfórmate.

Víctor Frankl.

Existe la realidad ya sea que pueda percibirla o no, ya sea que la niegue, la rechace o la acepte.

Cuando la realidad es agradable, está acorde con las propias expectativas, la aceptamos sin reparos, y hasta la celebramos, pero cuando la realidad es desagradable, para protegernos la negamos, ante las evidencias la ignoramos pretendiendo que si no la vemos y si no hablamos de ella mágicamente desaparecerá, si persiste el desagrado o si se intensifica comenzamos a rechazarla, nos enojamos con ella o con nosotros mismos, comenzamos a pensar que no es justo que las cosas deberían ser diferentes, nos ponemos a buscar explicaciones como si todo esto pudiera provocar que la realidad sea como la esperábamos.

La realidad es como es, ya sea que resulte agradable o desagradable, rechazarla no la hará cambiar, en cambio sí genera emociones y pensamientos que nos llevan a quien la rechaza a sufrir. Con frecuencia ese rechazo hace que haya resistencia y esa resistencia genera un estado de continuo estrés con todas sus malas consecuencias, en primera instancia afecta la relación con uno mismo y luego con todo el entorno, a la larga ese estrés provoca daños no sólo en el estado de ánimo sino en la salud en general. Lo mejor es aceptarla, pero a veces es tan dolorosa que no queremos hacerlo.

Muchas veces se confunde aceptar la realidad con resignarse cuando en realidad son conceptos muy diferentes. Según el diccionario aceptar significa acción y efecto de recibir, mientras que resignación significa someterse a algo renunciando a un derecho o a un beneficio.

La resignación es encogerse de hombros y decidir someterse a una mala situación renunciando a la posibilidad de bienestar, es quedarse voluntariamente en un lugar de sufrimiento.

Tanto el rechazo como la resignación paralizan y mantienen al ser humano en un estado de sufrimiento, el rechazo muy frecuentemente lleva a un estado de ansiedad constante, y resignarse con mucha frecuencia lleva a la depresión, ambas, la ansiedad y la depresión son estados patológicos que al prologarse se convierten en enfermedades mentales que van destruyendo al ser humano.

Existe evidencia de que cuando se rechaza la realidad, la resistencia inhibe los procesos cognitivos y los procesos creativos, esto significa que mientras se permanece en el rechazo, no se puede pensar con claridad ni crear algo diferente. En palabras de Jung, “Lo que se resiste persiste”.

En cambio cuando se acepta la realidad, la mente se serena y se recuperan tanto los procesos cognitivos como creativos y podemos crear algo diferente.

Aceptar es simplemente mirar la realidad y dejar de pelear con ella, es asumir que es como es aquí y ahora. Sólo aceptando la realidad puedo decidir qué hacer al respecto. Sí, ¿qué hacer?, es decir qué acciones tomar partiendo de esa realidad. Aceptar, entonces abre la posibilidad de tomar decisiones y acciones en lugar de paralizarse y sufrir, en lugar de desgastarse en la lamentación o de perderse culpando a otros o a uno mismo por lo que se hizo o dejó de hacer antes.

El pasado no lo podemos cambiar, sólo podemos aprender de él, nuestra oportunidad está en el presente, sólo en el presente está nuestra posibilidad de influir en que el futuro se acerque a lo que se desea.

Existe la realidad y existen las creencias, pensamientos, sentimientos y acciones con respecto a la realidad, como la realidad es como es y no se puede cambiar habrá que aceptarla, pero, las creencias, pensamientos, sentimientos y acciones respecto a la realidad, todas esas son absolutamente decisión y responsabilidad de quien las experimenta.

Si la realidad que se está viviendo es desagradable, una vez que hemos aceptado que es como es y que nos desagrada, vale la pena preguntarnos:

¿Hay algo que yo pueda hacer para salir de esta realidad desagradable?.

¿Es posible transitar hacia una realidad diferente?

¿Qué realidad es posible construir a partir de aquí?

¿Qué necesito para construir una realidad menos desagradable o incluso hasta agradable?

¿Tengo lo que necesito para construir una realidad diferente?

Si no lo tengo, ¿Dónde y cómo lo obtengo?

Construir una realidad diferente con frecuencia requiere un cambio de actitud, muchas veces también requiere algunos cambios internos, otras también requerirá cambios externos, o una combinación de todo esto. Habrá ocasiones en se puedan realizar estos cambios de manera individual, otras tantas ocasiones se necesitará ayuda.

Decía Victor Frankl, el creador de la Logoterapia, que las circunstancia externas pueden despojarnos de todo, menos de una cosa; la libertad de elegir como responder a esas circunstancias, y todavía iba más allá, pues decía que podemos darle un sentido al sufrimiento que provoca ese despojo, convertirlo en coraje, y fortaleza para vivir.

Y en efecto hay circunstancias que pueden despojarnos de nuestras cosas, como por ejemplo un desastre natural que nos despoja de nuestro patrimonio, o de nuestra salud como es el caso de un virus, o de la seguridad como es el caso de vivir en un lugar violento, pero rechazar y resistir pasivamente esas circunstancias, o aceptar y tomar acción, eso es decisión de cada uno.